sábado, 19 de enero de 2019

Quizás...


Quizás sea el  otoño, 
la caída de las hojas pidiendo a gritos 
que alguien renueve su monótona vida, 
o los primeros indicios del frío, pero me apetece enamorarme.

Aún no encuentro el sujeto, pero me apetece enamorarme.

Me apetece volver a sonreír 
estúpidamente pensando en aquello, 
o en planear auténticas locuras 
solo posibles en mi pequeño gran mundo ideal.

Quizás sean las primeras gotas de un gélido Enero, 
pero mi cuerpo reclama una película de manta y sofá.

Aún no encuentro el sujeto, pero me apetece compartirme.

Me apetece volver a desternillarme 
cuando te equivoques hablando 
y romper el silencio con una carcajada sonora, 
seguido de un beso con sabor a miel.

Quizás sea eso, 
de llevar tanto sin dar un beso, 
que me apetece hacer.

Aún no encuentro el sujeto, pero me apetece hacerte feliz.

Me apetece tener que beberme un vino espumoso menos 
para dártelo a ti, 
y tener un motivo para meterte bajo mis sábanas 
sin que tu molesta conciencia te impida guiarte por tus instintos.

Quizás, y con toda seguridad, 
sea eso de que soy una romántica, 
con una frase inacabada, 
una flecha de Cupido que una vez rozaba y no llegaba a acertar.

Sin embargo aún no tengo el sujeto; pero..., 
cómo me apetece regalarme.

Me apetece demasiado una siesta a deshora, 
o dos, qué importa el plan si es contigo, 
querido y desenamorado sujeto desconocido.

Quizás...

2 comentarios:

  1. Quien fuera ese otoño...o cualquiera de las temporadas estivales para poder compartir tus palabras ante la gente, ya que con sus palabras das vida a todo

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