Querer a alguien no es cuestión de físico.
Es de sensaciones, que te haga temblar sin estar.
Que consiga que sonrías aunque no puedas verlo.
Querer a alguien no es cuestión de físico.
Es de sensaciones, que te haga temblar sin estar.
Que consiga que sonrías aunque no puedas verlo.
Me parece fascinante como funciona la amistad.
Alguien que no es familiar tuyo,
Así era ella,
un cúmulo de constelaciones
y de universos que giraban cada vez
que levantaba su mirada.
Era ese huracán...
que te arrasaba sin avisar
y se llevaba por delante
toda tu vida de un plumazo.
Dejándote una mano delante
y otra detrás con total desencanto.
Ella era ese polvo de estrellas
que nunca parará para desear lo no deseado.
Ese sí y ese no en un momento no pronunciado.
Sin fuerzas se podrá quedar
y en el suelo jamás implorará una mano,
no por orgullo ni vanidad
sólo porque antes se la habían negado.
Polvo de estrellas que te atrapará
haciendo de tu vida ese sueño anhelado,
por muy mal que ella pueda estar
te empujará a hacer lo que nunca habría imaginado.
Ella era el todo y la nada
en el ser más imperfecto,
ya que la perfección
le quitaba los matices de su luz
y su fuerza en la batalla
y en las guerras que había ganado.
Y es que ella era una gran estrella
en un mundo estrellado
que llegó a convertirse
en polvo por no renunciar
a lo que todo el mundo
no había jamás valorado.
sólo por esta noche quiero vivir en ti,
mientras tú me evoques.
Y quiero que estés conmigo mientras no despierte.
Tan sólo quiero que permanezcamos asidos,
sin más tiempo que el momento,
y sin más futuro que el mismo tiempo.
Por que sé que sí despierto te escurrirás entre mis dedos
y sabré que te convertirás en pasado
y me niego a volverte recuerdo.
Por un frágil instante deseo que vivas en mi,
mientras sueño:
oculto y oscuro deseo.
Sólo está noche...
sólo por un breve momento.
"Quizás debería aceptar que ya fue.
Qué no fuimos, qué no somos, y no vamos a ser..."